Mi propia definición de la palabra ligado a las entradas anteriores:
El momento en que el pájaro del alma, que vive
esperando el momento de escapar, agitado en nuestro interior, trabajando sin
parar, por fin encuentra su paz. El cajón que al abrirlo elimina todo el resto
de los sentimientos anteriormente desatados. Cabe mencionar que este cajón se
abre con una llave muy especial muy difícil de encontrar, especialmente porque
cada persona posee una llave diferente para poder abrir este cajón. En algunos
casos la llave puede ser la sonrisa de los árboles, mejor conocida como el
cambio de color de las hojas producto del traspaso de los rayos del sol atreves
de un conjunto de hojas.
Según el Diccionario…
He aquí la palabra, que se atreve a
representar este sentimiento, que intente plasmar.
Definiciones de diccionarios lo por acuerdo se
entiende de éxtasis:
1.
Estado de traslado interior involuntario con un sentimiento de felicidad y con manifestaciones exteriores de inmovilidad, disminución de las funciones fisiológicas y expresión de beatitud.
Estado del alma enteramente embargada por un intenso sentimiento de admiración, alegría, etc.
2.
Por éxtasis (del griego έκ-στασις ek-stasis) puede
entenderse en general un estado de plenitud máxima, usualmente asociado a una
lucidez intensa que dura unos momentos. Tras su fin, la vuelta a la
cotidianidad puede verse incluso transformada por el evento previo, pudiéndose
sentir aún algún grado constante de satisfacción. Es entonces una experiencia
de unidad de los sentidos, en la que pensar, sentir, entender e incluso hacer
están armónicamente integrados.
El estado de éxtasis implica una desconexión con la realidad objetiva
para conectarse con una realidad puramente mental dirigida hacia sí mismo. La
persona que experimenta el éxtasis a menudo desconecta sus sentidos hacia el
exterior y los enfoca hacia el interior.
3.
Estado
de conciencia, en el que se modifica la consistencia del yo, caracterizado por
una vivencia de exaltación psíquica en la que los límites entre lo interno y lo
externo se rompen (el yo se funde con el no yo) y la actividad voluntaria y las
funciones psíquicas quedan suspendidas y absortas en una prolongada contemplación.
El auténtico éxtasis, o participación plena en los valores supremos y
universales, es el descrito por los místicos religiosos como fenómeno
sobrenatural. Estados de conciencia similares se producen, pacientes con
esquizofrenia, durante el aura epiléptica y en estados inducidos de trance
hipnótico.
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