viernes, 5 de junio de 2015

Ensayo (Viejito): Chileno

Si nos pusiésemos en el caso de que existiese un universo paralelo parecido al nuestro y en este un planeta cualquiera sin ningún carácter que destaque de manera especial, excepto, claro, la existencia de vida y la existencia de unos seres que destaquen entre los demás por su gran inteligencia. Dejemos volar nuestra imaginación y pongámonos en el caso de que estas criaturas se adueñen de ese planeta lejano solamente por el hecho de tener una inteligencia mayor a la del resto de las especies, esta les debió dar la sensación de ser de cierta forma superiores, y se vieron en el derecho de pasar por encima de todas las demás especies haciendo lo que se les antojara con toda la  vida y las maravillas de este planeta.

  Estos para llegar a ser tan grandes y poderosos se agruparon y unieron sus fuerzas para convivir en comunidad y progresar como especie, se organizaron de diferentes maneras, las primeras organizaciones fueron en grupos enormes a los cuales ellos llamaron civilizaciones, cada civilización tenía su sello propio, un algo que las distinguía de las demás, por ejemplo, cada una tenía sus propias tradiciones, ritos, bailes, formas de vivir, en fin, tenían su propia cultura, por supuesto también estos grupos tenían su propio espacio, su territorio el cual no debía ser invadido por las otras civilizaciones porque de alguna forma el hecho de vivir en el hacía que este fuese suyo. Desde estos momentos que se empezó a dividir la especie.




Pasaron los años y nuestros queridos habitantes poblaron cada rincón de este planeta. No dejaron ni un solo lugar en su mundo en el cual estos no hubiesen pisado.
 Unas cuantas vueltas a su sol mas se necesitaron para que las civilizaciones mutaran y pasaran a llamarse países. Cada país deseaba ser mejor que los demás, destrozar los otros con tal de perseguir un sueño sin sentido, gobernar cada pequeño trozo del planeta, imponiendo sus costumbres sobre todos los demás. Esta idea los enloqueció, y entre ellos se pelearon hasta la muerte. La misma especie luchando por unas ideas imaginarias, por unos trazos imaginarios sobre el mundo o por el miedo a las ideas diferentes, peleando sin darse cuenta que todos forman parte del mismo mundo que no hay diferencia entre unos y otros más que las inventadas por ellos mismos, son ellos los que se separaron.
 Para luchar unos contra otros mandaron grupos a los cuales llamaban ejércitos a luchar contra los ejércitos enemigos, todos estos engañados con la idea de una lucha por su país, defender lo que ellos llaman patria, idea metida a su cabeza durante toda la vida bajo diferentes campañas o la creación de un sentimiento social. Muchos  inocentes murieron en estas exhibiciones de poder y la parte más malvada de esta raza quedo en evidencia luego de esto.

 Estas guerras definieron que países son los que más están dispuestos a pasar por encima de todo para lograr conseguir sus objetivos, los países que dominarían al mundo. Desde entonces, se vivió en una aparente paz, paz llena de heridas y recuerdos, de muerte y de rencor, de ansias por poder. Siempre ansias de poder.
Había países que por diferentes motivos quedaron de cierta manera sobrando en esta competencia, la mayoría de ellos por el simple hecho de haber nacido después, estos fueron de alguna forma esclavizados por las sociedades mayores, por estos países que respiran sangre.

Estas comunidades vivían alimentando a las comunidades mayores, estos fueron los encargados de hacer el trabajo pesado para ellos, mientras vivían en el sueño de llegar a ser como estas comunidades que lo tenían todo, pensando que algún día estos podrían ser libres, ser países en los cuales cada ciudadano podría llegar a ser exactamente lo que este desease, les hicieron creer que algún día el hambre y la pobreza podría desaparecer. A muchas naciones les vendieron ese sueño, pero la realidad decía otra cosa, claramente nunca se les permitiría a los más débiles ponerse a la altura de los mayores.

 Entre esos pequeños países había uno con especial belleza natural, con una cantidad de diversidad de recursos impresionante, este pequeño país tenía muchas cosas que a los grandes países les podría ser útil, como por ejemplo, sus grandes reservas naturales de agua dulce, elemento vital para esta raza, esos grandes y hermosos glaseares, el desierto mas árido del mundo, pueden creer que esa raza convirtió la energía del sol en energía útil para su conveniencia, tenía también una tierra de la cual ninguna semilla se salva de brotar, oro, plata, cobre, salitre, y tantas otras maravillas, en definitiva este pequeño país tenía una variedad impresionantes de recursos. Pero no solo tenía recursos, también tenía sueños, tenía el mismo sueño que miles de países, el de llegar a ser un país desarrollado como las grandes potencias.

Las grandes potencias quisieron tomar adueñarse te todos estos recursos para utilizarlos para su propio beneficio, los gobernantes de este pequeño país cedieron todo aquello que estas querían sin poner gran impedimento, las grandes potencias se quedaron con todo estas grandes reservas con el poder explotarlas, quitar y sacar cuanto quisiesen, destrozar todo a su paso si así se les antojara, no tendrían ni la menor preocupación por los daños total país ajeno podrían explotar estos recursos hasta agotarlo todo sin pensar siquiera en asegurarse que generar nuevos, que mas daría a ellos no les pasaría nada simplemente podrían buscar otro lugar del cual tomar posesión, otro lugar en el cual dejar sin nada. Las consecuencias las vivirían los habitantes de este pequeño país, ellos serian los que verían desaparecer todo, los que respirarían el aire contaminado, a los que se les quemaría la piel consecuencia de la debilitación de la capa natural que los protegía de los rayos del sol, estos serian los que verían a su tierra y toda la vida morir.

Eso no fue todo lo que las grandes potencias hicieron por este país, estas también influyeron en la forma de gobernar de este, difundieron también sus costumbres y tradiciones sobre este país, además de muchos otros. Los habitantes de este las tomaron sin dudar, dejando su identidad de lado, todo lo que los distinguía hasta ese momento. Muchos de los que viven en ese país incluso se sienten más como miembros de esas potencias que de su propio país.

Recuerdan en loco sueño que mencione antes, el que enloqueció al mundo, este que decía que el sueño de toda civilización era difundir su cultura y dominar cada pedazo del mundo, bueno tal vez no tienen físicamente cada pedazo del mundo pero la cultura de las grandes potencias a traspasado muchas de las barreras y no solo este pequeño país a dejado de ser lo que era para empezar a ser un intento de estos países que lo desean todo, son muchos más, y sinceramente no sé si algún día se den cuenta de que los la lucha que se vive es de humano tratando de ser mejor que otro humano., hermano contra hermano.
Si humano, lo cierto es que este universo paralelo no es tan paralelo, que este planeta desconocido no es tan desconocido y que ese pequeño país sin nombre si tiene nombre, su nombre es Chile forma parte de todos estos países imaginarios que forman parte del planeta Tierra, planeta que curiosamente nosotros habitamos. Tal vez no todo lo indicado sea fiel a la realidad, pero por lo menos en muchos aspectos la situación se parece.
Chile este hermoso país con su cordillera blanca, su cielo azul, su mar que nos recorre de punta a punta, su forma tan especial alargada como ningún otro, sus maravillas reconocidas a nivel mundial, sus múltiples islas y también están estos los habitantes de este hermoso país, que están perdiendo su identidad chilenos.

 Mas ¿Qué es ser chileno?, todos los 18 de septiembre, nos vestimos como con esos vestidos floreados, o esas mantas largas y con las sonoras espuelas, se bebe sus cuantas copas, comemos empanadas, hacemos el típico asadito, preparamos el ponche, cada casa saca su bandera, algunas con orgullo, otros por tradición, unos cuantos por obligación. También tenemos las ramadas, con ellas los borrachitos, que ya forman parte obligatorio del ambiente de las fiestas patrias. Pero esto somos, esta es nuestra identidad, esto es lo que nos hace diferente, unas cuantas tradiciones de las cuales pocos sabes su origen, tradiciones que salen a flote una vez al año. Si esto es ser chileno entonces somos chilenos de un solo día, el resto del año celebramos Navidad a lo gringo, los niños salen a pedir dulces para Halloween, vemos películas y series en ingles y consideramos que poseer este idioma nos abrirá las puertas del futuro, los niños creen en Santa Claus, en el hada de los dientes, en el conejo de pascua, celebramos san Valentín.

Para ser buenos chilenos, tal vez, lo primero que deberíamos conocer son nuestros orígenes, de dónde venimos, quienes fueron los primeros que habitaron en estas tierras, deberíamos tener conocimientos sobre los aimaras, los alacalufes, los onas, los diaguitas, los mapuches. Si no los conocemos como mínimo deberíamos respetarlos. Hoy en día muchos de los pueblos originarios de nuestro país sean extintos llevándose sus tradiciones y sus conocimientos con ellos, pocos quedan entre ellos los aimaras, los rapa nui, algunos diaguitas, atacameños y por supuesto los mapuches, este pueblo que sigue gritando y que no para de luchar.

La historia de los mapuches, como luchadores, empieza con la llegada de los españoles, los primeros extranjeros en querer ejercer poder sobre nuestras tierras. Los españoles comenzaron con sus planes de conquista, de norte a sur, pasaban por estos pueblos les quitaban los suyos y los obligaban a servir a la corona, pasaron por todo el país hasta llegar hasta esta raza llena de guerreros, los primeros en impedir los planes de estos europeos, detuvieron todos sus planes y les cortaron el paso, de esta forma evitaron que estos siguieran conquistando y matando a los pueblos de más al sur. Luego de bastantes luchas se dieron cuenta que los mapuches eran indígenas un tanto diferentes al resto, que con ellos las cosas no eran tan fáciles. Luego de unos años llegaron al acuerdo de dejar a este pueblo en paz y mediante un pacto reconocieron que el territorio al sur del rio Bio- Bio era territorio mapuche y que este no se debía tocar.

Pero las cosas no terminan aquí, el pueblo chileno nace, adiós a los españoles y con este adiós tratos, nuevas caras al mando, y por lo tanto, nuevas reglas. Los chilenos desconocieron el tratado que tenían los españoles tenían con los mapuches, por lógica buscaron expandirse, dominar cuanta tierra sea posible. Al principio del siglo XX, el estado chileno creó un título para dar a los Mapuches, era el “título de merced”. Con este título de propiedad, las familias mapuches iban a recibir el territorio correspondiente al espacio que ocupaban. He ahí donde comienzan todos los problemas que trascienden hasta el día de hoy. Las autoridades solo consideraron que lo que estaba ocupado era el territorio que ocupaban sus casas y sus jardines, olvidando el hecho de que el pueblo Mapuche es un pueblo muy móvil que cría su ganado sobre inmensas superficies de tierra. Así las familias mapuches fueron reducidas a vivir sobre algunas hectáreas, raramente más de 10. Es así como la producción en estas tierras ha disminuido radicalmente reduciéndose el rendimiento del suelo, que ha perdido parte de su valor.

El territorio Mapuche se extendía antiguamente (siglos XVII – XIX) desde el valle del río Aconcagua, al norte de Santiago, hasta el río Biobío. Actualmente solo una parte del territorio chileno y del territorio argentino es reconocido por los mapuches como su tierra. El territorio actual de los Mapuches de Chile se encuentra sobre todo en la región de Araucanía y de forma más minoritaria en las regiones de Los Lagos y la de Los Ríos. 

Es por esta razón que le pueblo mapuche no se rinde porque cada día lucha por recuperar alguna vez fue suyo, luego de aproximadamente doscientos años siguen peleando por sus tierras. Cada vez con mayor dificultad al parecer, cada día el estado chileno trata nuevas maneras de desasearse de ellos, una de las más reconocidas la ley anti-terrorista, la cual en su momento llevo muchos mapuches a la prisión, por protestar y alzar la voz.

Luego de saber todas estas cosas es claro que el estado trata de borrar esta parte tan importante de Chile, de tratar de ocultarla y de a poco eliminarla. Pero no es solo el estado el que esta avergonzado de sus orígenes son los propios chilenos, muchos de ellos por lo menos, los que también desprecian a los mapuches, estos son objeto de burla, en nuestro país recorren muchos de prejuicios entorno a ellos, como que son flojos que son violentos, últimamente que son terroristas, entre otros, el tan solo hecho de escuchar un apellido mapuche como Ayun, Ayunkura, Ayunlew, Ayvlen, Ayvnkvyen, Cadin,Caicheo, Caileo, Caimapu, Caipillan, Caihueque, Calbuante, Calbucoy, Calbucura, Calbullahue o Calbullanca, causa una cierta risa entre los pobladores de nuestro país. En cambio, si tu apellido es extranjero como Smith, Brown, Wilson, Williams, Johnson, Davis, Jones, Hamilton, Miller, Roberts, Harrison, Bettaglio, Le-Roy, Rosseau, Subercaseaux, Schneider, Rubinstein, Roitman, Berger o Schwartz, causa un cierto interés entre los demás, un tratamiento diferente, incluso podríamos decir que se cree que por el simple hecho de portar un apellido extranjero te juzgan como si fueses más inteligente.


No deberíamos estar orgullosos de nuestro pasado, tratar de conservarlo a toda costa, ya que este supuestamente debería ser parte de nuestra identidad, de nuestro sentimiento nacional, deberíamos cuidarlo ya que es lo que nos debería distinguir del resto de mundo, pero en cambio estamos avergonzados de él y deseamos cada día parecernos un poco aunque sea a los extranjeros, deberíamos celebrar las fiestas que son importantes para nuestros orígenes, en vez de tratar de imitar las gringas, deberíamos aunque sea conocer alguna de las palabras de las lenguas de nuestros aborígenes, en vez exigir cada día más el inglés entre nuestro pobladores, si algún día llegásemos a hacer todo aquello, entonces por fin decir yo soy chileno o chilena tendría algún sentido.

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